En principio, a nadie se le podría ocurrir que si da positivo en un control de alcoholemia cuando va conduciendo, ello pueda repercutir en su solicitud de permiso de armas o incluso en la revocación del ya concedido. Pues bien, si bien no es una circunstancia habitual, la posibilidad existe.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección Primera, en su Sentencia núm. 1.293, de 07 de octubre de 2.002, FD 3º, dijo:

“Este pronunciamiento judicial no hace sino confirmar aquella inicial valoración de conductas que hizo la Administración, y esto nos lleva a estimar adecuado el acuerdo denegatorio que aquí se discute porque tan peligroso puede ser conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol como portar o utilizar un arma en iguales condiciones y quien es capaz de hacer aquello, no merece confianza para portar armas de fuego.”

Cierto es que la situación aquí planteada es algo muy puntual y que actualmente, las resoluciones de los tribunales han reducido las posibilidades contempladas en este supuesto, distinguiendo entre licencias de armas para la caza y licencias de armas cortas para tareas de seguridad de agentes de seguridad privada o cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Actualmente la denegación del permiso de armas o su revocación por antecedentes, en materia de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, es algo bastante inusual y generalmente orientado a la solicitud o tenencia de armas cortas, no a las armas de caza.

No obstante lo anterior, ojo, la posibilidad existe, así que… si vas a beber, mejor que conduzca otro.