Cuando el diablo no sabe que hacer, con el rabo espanta las moscas… dice el dicho popular, y una vez más, la sabiduría popular no se equivoca.
Supongo que debido a la inactividad producida por el confinamiento, se han avivado debates que llevaban tiempos dormidos. Debates que en otros tiempos quedaban inconclusos sin que a nadie le importase, o que se silenciaban al compás del crepitar de las llamas de una efímera chimenea, o que aun levantando pasiones, se resolvían al brindis de la siguiente ronda de cañas; hoy las frías y distantes redes sociales hacen que sean mas amargos que nunca y que terminen con amistades que se forjaron en los campos y hoy mueren a golpe de tecla.
La caza y el deporte
Uno de esos grandes es debates es si la caza es un deporte o no lo es. Poco importaría si en el fondo de la discusión no hubiera maravedíes de por medio e intereses que muchas veces tienen poco o nada que ver con los animales o con el medio ambiente.
Hemos visto también, que las definiciones académicas no siempre recogen el espíritu de lo que definen o el sentir de quien lo practica. Podría abrir el debate de lo que en su día representaba la caza, y en los albores de la humanidad, seguro que no tenia nada que ver con la definición de deporte como lo entendemos hoy. Podría también hacer eco de lo que dijeron cazadores e intelectuales históricos al respecto, asociando la palabra caza a la de deporte, no por el espíritu competitivo y la figura de un ganador frente a un colectivo de “perdedores” si no mas bien por el de caballerosidad en las maneras y en la resolución de conflictos o entuertos.
Lo que si puedo reconocer en la caza es cierto espíritu competitivo que seguramente ha acompañado a la caza desde que era una necesidad. También reconozco la a veces excesiva carga de “testosterona” en el sentido de gallardía extrema y hasta chulería. Pero esto se manifiesta en la satisfacción tras una jornada de caza o en el palmares de una temporada, que aunque genere “reconcome” a alguno con menos fortuna, nos terminamos alegrando de los éxitos de los otros (o así debiera ser).
Respetando a los que lo consideran como simplemente un deporte mas, para mi la caza es mucho mas que un deporte. Va desde una forma de vida para algunos, una pasión para otros, un hobby o pasatiempo para otros, una manera de hacer ejercicio, un modo de vida, una forma de sentir la naturaleza y volver a ella, …. hay miles de matices, con distinto nivel de sentimiento por quien lo practica y valen todos con respeto a los demás.
Tampoco entiendo asociar el tipo de caza a un nivel económico. Eso es buscar otra arista mas en la que encortar la confrontación. Hay caza cara y caza barata, cacerías accesibles y cacerías inalcanzables. Si para defender el argumento hablamos de especies escasas o lejanas, normal que cuesten su dinero! Tanto si son “menores” como si son “mayores”.
Entiendo la competitividad y entiendo la rivalidad en la caza. Pero no porque haya competiciones es tan solo un deporte, es mucho más que eso. Al menos para mi.
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