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Texto “Txemari” Martinez Urizar

“El Reloj” salmantino tal vez no es un Rolex, ni un Patek Philippe….pero desde luego tampoco es un Casio, no señor. Yo lo definiría como un Tag Heuer muy “apañao”, ya que esta curiosa modalidad de tiro se podría entender como un ojeo de perdices en versión económica. Es mucho más asequible que un ojeo de perdices tradicional, principalmente, porque no hay perdices, hay muchos platos volando por encima, que además se pueden combinar con una entretenida suelta de palomas lo que añade mucha más emoción a la tirada.

Al sur de Salamanca se encuentra la finca familiar de mi amiguete Alfonso Sanchez-Fabres, finca bonita donde las haya con enorme historia y solera, y en ella se practica, entre otras cosas (además de caza mayor, ojeos de perdices, cría de ganado bravo, y todo tipo de eventos), esta entretenida actividad de tiro desde hace no pocos años.

Alfonso “Fabres “ Sr, sin duda uno de los pioneros y referentes de la caza profesional en España, “genio y figura” y que dejó un inmenso legado a todos los que pudieron beber de esa fuente de conocimiento, experiencia y enorme don de gentes, fue el que introdujo la idea basándose en lo que los anglosajones llaman el “Simulated game”. Su hijo Alfonso, muy digno sucesor y ya también con muchos años de experiencia en el sector turístico-cinegético, ha ido poco a poco profesionalizando la actividad y continua en la actualidad dedicándose a la organización de todo tipo de cacerías, principalmente para extranjeros, pero también para clientes y amigos nacionales.

El sistema es simple, doce posturas dispuestas en una circunferencia como las horas de un reloj alrededor de un punto central elevado, desde el cual se lanzan los platos y se sueltan las palomas en dirección a los puestos (perfectamente colocados y preparados de manera que prime siempre la seguridad por encima de todo), y los tiradores, con una buena provisión de cartuchos y ayudados por un hábil secretario/cargador intentan hacer cuantos más blancos posibles. El ritmo es frenético, y el “calentón“ de las escopetas (se recomienda tirar siempre con una pareja) considerable. Es un no parar de unos 15-20 minutos, tras los cuales se hace una parada para tomar un refrigerio y comentar la jugada con los compañeros (es decir, exagerar los aciertos y omitir los fallos) y rotar la colocación de los puestos para volver a tirar en los sucesivos “ojeos”. Divertido a mas no poder…pero también agotador y exigente para el hombro, de ahí lo recomendado de tirar cartuchos de 28gr y no 32gr. En una mañana, se pueden tirar tranquilamente más de 500 cartuchos, no exagero.

Habiendo terminado la temporada montera y con el “boom” corcero de abril ya pasado, a finales de mayo (y aprovechando que la finca dispone de coto intensivo para estos menesteres) unos cuantos amigos que monteamos juntos decidimos pasar un día divertido en las instalaciones de nuestro amigo Alfonso. Alojamiento, trato del personal y catering dignos de mención. Cenamos el viernes y tras alguna(s) copa(s) a dormir. A la mañana siguiente, después de un desayuno campero, a eso de las 10.30h empieza lo bueno.

Como decía, la tirada es extremadamente divertida, primero por la tirada en sí, frenética, y segundo porque a unos 30 m a izquierda y derecha tienes a un amigo tuyo al que le ves fallar/acertar y al que incluso le puedes robar algún que otro tiro, con el consiguiente pique. Todo risas y buen ambiente.

La técnica, es bastante distinta al tiro plato tradicional, hélices o pichón, ya que hay que tener en cuenta que el “target” no se aleja, si no que viene volando “de pico” a una altura considerable y en muy diversas trayectorias. En mi caso, ayudaron bastante una pareja de paralelas de doble gatillo, como no, fabricadas en Éibar. Al poder elegir con que gatillo-cañón disparar, elegia el cañón de tiro más cerrado como primer tiro y para los tiros más cercanos el cañón más abierto. Algunos tiros son literalmente en vertical, nada fácil, por cierto.

De todos los que fuimos, el único que lo había hecho antes era el que suscribe, pero todos y cada uno de los tiradores se quedaron gratamente sorprendidos y realmente satisfechos con la tirada. Se veían amplias sonrisas y ganas de volver.

Posteriormente, la propiedad, nos ofreció otra tirada/competición de pichón a jaula y aquí el buen ambiente se mezcló con una competitividad sana pero feroz donde salieron uñas y cuchillos afilados con tal de ocupar puesto en el pódium.

A modo de resumen, decir que lo pasamos pero que muy bien, y que aun habiéndose terminado la temporada montera no hay que dejar de realizar actividades con el grupo, (de esto se suele encargar muy bien nuestro capitán Lolo….)

Hay que agradecer a la propiedad y al personal de la finca el trato recibido, estando pendiente de nosotros en todo momento, pero, sobre todo, hay que agradecer a los asistentes por el compromiso adquirido meses antes de la fecha de la tirada, ya que organizar una tirada para tanta gente y de localizaciones tan diversas, no es fácil. Ya lo fijo Álvaro… “El auténtico valor de una persona se mide por el número y la calidad de sus compromisos adquiridos”

 

Información para practicar el reloj: info@huntinspain.com

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