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Por Txemari

 Pues por fin llegamos a Budapest, eso si, con la espalda molida gracias a las políticas de aprovechamiento de espacio de las compañías aéreas….incluso las que pensamos que no son Low Cost se están convirtiendo en camiones de transporte de ganado. Menos mal que mientras el avión perdía altura, pudimos ver que Hungria es el paraíso del corzo. Siembras y mas siembras con pequeñas lindes de árboles, la espalda dolía, pero la cosa pintaba bien, muy bien.

 Recoger rifles y en 1h de viaje estábamos en la  maravillosa casa rural donde el orgánico, Tomas ,nos dio una charla y nos comentó que la caza era “un poco” complicada y que se fallaban bastantes tiros .Yo pensé…”Menudo flipao, ni que fuera esto Tayikistan, además, yo tiro de puta madre, he leído muchos libros, tiro habitualmente…. y nací en Bilbao. No me conoces tu a mi”

Al dia siguiente, levantarse a las 4,30 , salir al campo y ………como diría Sheldom Cooper…….…”!Zas, en toda la boca !”. El orgánico tenía razón.

Al ver las inmensas siembras sin apenas ondulaciones ni colinas cantamos victoria antes de tiempo, pensando mas en el escaso desgaste físico que en la caza en sí. Gran error. La caza, concretamente las entradas y los lances, en algunos casos fueron complicadísimos……..y pensábamos q iba a ser fácil , que ilusos.

La cosa no sería fácil principalmente por dos motivos.

Primero por las distancias. Tener un corzo a 500 m en la mitad de una inmensa siembra   hace que te preguntes…¿y ahora  que, le tiro? Pues majo, si quieres tírale, pero ten en cuenta solo ves una cabecita, que muchas veces el telemetro no consigue un rebote solido que te dé una distancia creíble y que obviamente no podrás tirar tumbado y lo tendrás que hacer con trípode, vara u hombro del guía……vamos, cojonudo.

Segundo, el alto de las siembras. Si tenías la suerte de abatir la pieza, encontrarla incluso con perro, era muy difícil. Y eso que los perros tenían el culo pelao, eran buenísimos. Nos decían los locales que la primavera se había adelantado y lo que tenía que medir 15cm ahora medía 150. Para encontrar determinadas piezas hicieron falta 4  personas peinando una siembra y dos o tres perros.

 El lance

Íbamos carrileando Juan y yo con el guía y de repente el tio pega un frenazo, saca el telescopio y dice:

  • Monster ..Monster ¡!!!  Very Good, very Good, …¡!!
  • Donde?
  • Alli

“Alli” , en Húngaro,  creo que significa “ a tomarporsaco,  a unos  800m aquel minúsculo punto  que parece un gorrión en la mitad de una siembra que tiene el tamaño de Andorra”…….costaba verlo, la verdad, pero decidimos intentarlo.

A la derecha había una fina linde de árboles, desde la cual no dábamos aire, y como el bicho, por mucho que ya nos hubiera visto, se sentía cómodo en aquel océano de color verde, pues allí que fuimos. Nos agachamos y fuimos en cuclillas un buen rato. Yo solo podía ver el precioso culito de Juan que de vez en cuando giraba la cabeza y me miraba con cara “ojito chaval”. Cada 20 o 30m el guía asomaba la cabeza para cerciorarse de que “el Monster” estaba en su sitio, y por ahora, estaba.  Llegamos a un hueco entre los árboles y el guía montó el trípode primos……calienta que sales.

-Juan, ¿distancia?

-100m

…..fue decir eso, el bicho da un bote y se aleja…..tensión. Pero la curiosidad mato al gato, y a 150 metros se volvió a parar, mirándonos fijamente.

-Juan, ¿distancia?

-150, tírale, es un corzaco.

-No, Se me está moviendo el rifle y solo veo la cabeza, no veo ni siquiera cuello, voy a fallar, no lo tengo claro.

-Que si coño

Estaba yo dudando y dudando cuando el corzo dio dos pasitos a la izquierda, con lo que me dijo, sin él quererlo, que su cuerpo estaba a la derecha. Apunté 50cm bajo y 50cm a la derecha de su cabeza y con la retícula centrada en el  verde cereal, apreté el gatillo.

Yo sinceramente, no vi nada, pero Juan y el guía se volvieron locos empezaron a gritar y a felicitarme…”joder, pues le habré dado, vaya potra” pensé.

Nos pusimos a peinar la zona midiendo distancia inversa a los árboles para tener alguna referencia en aquel laberinto vegetal y después de 5 minutos apareció “The Monster”, el cual obviamente, nos hizo ilusión, pero más ilusión nos hizo el haber tenido éxito en el lance trabajando en equipo.

Tuvimos bonitos lances, todo el mundo hizo su cupo, nos reímos mucho…y el ultimo dia, por culpa de Antoñito, bebimos más de la cuenta. Lucas cocinó al horno un corzo que estaba cojonudo ante la incrédula mirada del orgánico  que tuvo que tragarse sus palabras previas y decir q estaba delicioso….y por como comía, creo que no mentía.

Los agradecimientos van al final, pero estos tendrían q ir al principio, ya que, en este caso, son más sinceros e importantes que la caza.

Agnes, Tomas….hacia tiempo que no estaba en un sitio tan bien organizado, con staff tan profesional ,simpático ….y que piense mas en el bienestar del cazador que en otra cosa, de verdad. Lo único que podría achacaros es que por vuestra culpa he engordado 2 kilos en 4 dias.  Menuda semanita de brócoli que me espera.

Juan Diaz Capelli, señores como tu, no quedan. Ya está todo dicho.

Y a mis compañeros Antoñito, Lucas y Pablo, gracias por existir.

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